Sexualidad

Consejos para evitar y prevenir un desgarro anal

El sexo anal es, aunque parezca una sorpresa, un tabú para muchos. Leer según qué por Internet y alguna historia truculenta puede dar miedo a la hora de lanzarse a practicar sexo por detrás. Uno de los temas más temidos es el del desgarro anal o fisura anal. Vamos a analizar cómo puede pasar y cómo evitarlo, para que no tengas miedo y practiques sexo anal seguro y feliz

Cómo detectar una fisura anal

Puede parecer evidente, pero si te duele el ano tras una penetración, inspecciónalo y revisa por si sientes un dolor intenso y desgarrador cuando vas al baño y, sobre todo, si encuentras sangre. Vete a urgencias y que te lo revisen. Fuera vergüenzas, tu salud es lo primero.

Consejos para evitar un desgarro anal

Primero de todo: higiene a fondo.

Puede que no haga falta decirlo, pero nosotros lo repetimos: lávate a fondo. No sólo una ducha rápida. Si quieres probar el sexo anal, tienes que llevar tu ano limpio. Busca formas de hacerlo saludables y efectivas, nada peligrosas y que te dejen el culito nuevecito para estrenar. Otro consejo: procura evacuar antes, es complicado calcularlo, pero lo agradecerás cuando te pongas al tema.

Usa condón

Usa condón siempre hasta que no te encuentres en una relación estable y se hagan las pruebas pertinentes. El tópico de «sin condón se siente más» no lo es tanto, y se puede disfrutar igual del sexo con ello. ¿O acaso los que están operados de fimosis no tienen derecho a practicar sexo, ya que su glande no tiene tanta sensibilidad?

Lubrica bien

Antes de empezar y durante, que no falte el lubricante. Hay a quién le cuesta más o a quién le cuesta menos, pero el lubricante lo hará todo más fácil y te evitará muchos posibles errores y daños.

Sin prisas, poco a poco

Y cuando empiece, poquito a poquito, no hay prisas. Trabaja el ano con un dedo, luego con dos, animaos a usar un dildo. Y luego pasar a la carne de verdad. Tomatlo con calma, que con prisas no se llega a ningún lado.

Delicadeza y suavidad

Muy importante ser delicado y suave, a no ser que te pidan caña, claro. Pero a quién le cueste el sexo anal, no le ayudará nada estar nervioso. Confianza, tranquilidad y diversión, que al final es a lo que hemos venido, ¿no?

Deja un comentario