Historia LGTB

El sexo gay entre vikingos solo estaba permitido si te tragabas el semen

La norma entre los vikingos que practicaban sexo gay era el «barebacking», hacerlo a pelo siempre, porque cuanto más semen tragabas o absorbías analmente, mejor para ti. ¿Por qué? Porque los seguidores del dios vikingo Freyr creían que la fuerza del hombre radicaba en su semen. La era vikinga tuvo lugar aproximadamente entre los años 793 y 1066, con los vikingos ocupando lo que hoy son los países escandinavos: Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia.

Estudios de universidades como la universidad de Nordham nos muestran que la homosexualidad no era vista por los vikingos como algo negativo, perverso o en contra de las leyes de la naturaleza. Era percibida bajo la óptica de líder y seguidores: los pasivos eran sumisos y los activos eran los hombres más fuertes. Recibiendo semen, por vía oral o anal, creían que podían recibir el poder y la fuerza de los dioses.

Entrenamiento de vikingos y sexo gay

De manera similar a los entrenamientos del ejército en la antigua Roma, los entrenamientos vikingos también implicaban sexo gay. Cuando los vikingos estaban preparándose para saquear una ciudad o asentamiento, se peleaban unos contra otros usando espadas y escudos de madera. Estas peleas de entrenamiento reunían a grupos de 20 hombres, que luego se dividían entre ganadores, «vinnas», y perdedores, «vatas». Si eras uno de los perdedores tenáis que irte al otro lado de una línea marcada por una cuerda, con los ganadores en el lado opuesto.

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¿Qué pasaba a los perdedores? Tenían que arrodillarse y rezar al dios nórdico Freyr para que los hiciera más fuertes y ágiles. Después de las oraciones empezaba la acción: los ganadores cruzaban la cuerda y hacían lo que querían con los perdedores, que eran los pasivos en el sexo gay. Podrían tener sexo oral y / o sexo anal, según la preferencia de cada ganador. Si eras uno de los perdedores y lo habías hecho especialmente mal, podrías tener a 3 o 4 ganadores penetrándote.

Importante: no podía desperdiciarse ni una sola gota de semen, ya que era una gran ofensa al dios Freyr. De todos modos los perdedores codiciaban el semen de los ganadores porque, como ya te indicamos, creían que el semen condensaba la sabiduría y fuerza de los hombres, canalizada a través del propio Freyr. Los vikingos no veían como un castigo el ser pasivos en el sexo gay, al contrario, lo veían como una oportunidad de restauración.

Relaciones homosexuales entre vikingos

Fuera de estos entrenamientos, el sexo gay entre vikingos era bastante común. Las relaciones homosexuales empezaron a ser condenadas con la llegada del cristianismo, pero aun así los vikingos desafiaban a la iglesia practicando sexo gay.

Eso sí, no se ha encontrado ningún registro de una pareja gay entre vikingos. El hecho de vivir como persona gay era algo que nadie se planteaba por aquel entonces. Los vikingos dejaban a un lado sus preferencias y su orientación sexual, porque todo vikingo tenía que casarse y tener descendencia, para contar con más manos que ayudaran al trabajo, a la agricultura y al cuidado de las personas mayores. Así, que un vikingo tuviera sexo gay no estaba mal siempre que tuviera esposa e hijos. Esos hijos no siempre tenían que ser los suyos, sino que era común adoptar como propios los hijos de una sierva o concubina.

Había vikingos que rechazaban estos esquemas, y de hecho en el lenguaje de los vikingos había términos que se referían a la actividad sexual entre personas del mismo sexo o a un hombre gay y una mujer lesbiana: fudflogi era «hombre que huye del órgano sexual femenino» y flannfluga «la que huye del sexo masculino».

Vikingo, gay, pasivo

Como ocurría con otras civilizaciones, la homosexualidad no era vista de la misma manera si eras activo que si eras pasivo. Que un hombre penetrara a otro hombre no tenía nada de raro, pero al ser penetrado sí recibía burlas. «Níd» era el término nórdico que se usaba para burlarse de la homosexualidad masculina como pasivo, apelando a la falta de hombría. La pasivofobia se remonta a muchos siglos atrás, como puedes ver.

Lo que ocurría es que consideran que un vikingo pasivo era un hombre que se sometía a otro en el sexo, y por tanto haría lo mismo en otras áreas alejadas del sexo gay. Un vikingo pasivo era un seguidor y nunca un líder. El sexo gay no estaba mal visto, pero si eras pasivo no eras un hombre autosuficiente y un guerrero capaz al 100 %.

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